La etimología de las palabras de la cofradía ha desembocado en los recuerdos más íntimos de la pregonera, que ha establecido un precioso diálogo con su padre, quien fuera jefe de paso de la Virgen de las Angustias.

Desde su vocación de docente y sus estudios en Filología, pero también con su corazón cofrade al servicio de Nuestra Madre, Gloria de Castro Prieto ha realizado un pregón en honor de la Virgen de las Angustias desde lo más íntimo y a través de sus remembranzas y recuerdos que se ha convertido en un íntimo diálogo con su padre, Felipe de Castro Pedrero, quien fuese jefe de paso de Nuestra Madre y a quien ha dedicado emotivos pasajes.


Abría el acto el trío de viento Lux Aeterna con el Stabat Mater de Kodaly, pieza que ilustra la noche del Viernes Santo cuando es entonada por el Coro Sacro. La presidenta de la cofradía, Isabel García Prieto, era la encargada de presentar el acto, en el que quiso rendir homenaje a su gran amiga y expresidenta de la Cofradía, Josefina Yugueros, así como a Luis Lorenzo, Luislo, fallecido hace unos días y autor del cartel del Novenario de este año, pintado con la boca.

Era el hermano de la pregonera, José Luis de Castro Acosta -actual jefe de paso de la Virgen-, el encargado de presentarla y de recordar la estrecha vinculación existente entre su familia y Nuestra Madre.

De las palabras y su etimología al corazón. A través de sus recuerdos y vivencias, Gloria ha brillado en un pregón diferente, un tesoro de la palabra y de la devoción, con recuerdos sin orden cronológico desde su niñez hasta nuestros días en el que ha establecido un tierno diálogo con su padre, que fallecía un Domingo de Resurrección cuando las salvas de la Plaza Mayor anunciaban el Encuentro.

Palabras como «regazo», «madre», «capilla», «nuestra», «angustias», «banzo» o «travesaño» han llevado desde su origen etimológico a las más íntimas remebranzas de Gloria de Castro, desde el día de su mayordomía o el rito de retirar los pequeños cristales clavados en los pies después de hacer una procesión descalza, hasta la última Semana Santa vivida con su padre o cómo su madre, Pilar Prieto Cirac, ha continuado inculcándole el mismo amor por la Virgen y por la Pasión zamorana.

Orgullosa de su condición de mujer, ha dedicado un bello pasaje a la Virgen («Tú eres todas las mujeres», ha reflexionado) que se ha convertido a su vez en una acción de gracias por cuidar de su familia y de sus amigos y en una petición para que acaben las guerras y sea la paz con todos. Un diálogo de tú a Tú en el que ha recordado que perder a un hijo «es lo más doloroso que puede acontecer en la vida de una persona».

Junto a la Virgen de las Angustias, preciosa bajo un dosel púrpura y adornada con rosas moradas y rosas, la pregonera ha finalizado su intervención con un poema dedicado a los hermanos de paso que ya fuera leído en la velada poética que precedió a la coronación canónica de la Virgen en una jornada inolvidable en la Plaza de Viriato. Una cerrada y sincera ovación ha cerrado su intervención, de una gran carga emotiva y una gran sinceridad.

Más que un pregón, Gloria ha dejado a los pies de la Virgen de las Angustias dos tesoros: el de su palabra y el de su corazón.

FUENTE Y FOTOGRAFIAS: ZAMORA NEWS

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